Miel 100% natural

Soy una loca enamorada de las abejas que un día decidí que su zumbido llenara de felicidad mi vida.

Siempre pienso en dejar un mundo mejor que el que había conocido al crecer y, por eso, intento que mi huella ecológica en el planeta sea lo más positiva posible. Y esto me lleva a que las abejas son lo más importante para el mundo; tenerlas, cuidarlas con mimo y esmero, multiplicarlas… Ese sería mi aporte positivo.

El amor que siento por la naturaleza y los animales me llevó a ser apicultora profesional. En los inicios, fue una añoranza del buen hacer de antes, para conseguir una miel natural de calidad cruda y artesana. Un comienzo en el que hubo una mezcla de casualidades, de curiosidad por aprender más sobre ellas ya que, hace unos años, no llegué a definir el proyecto en una realidad pero, al pasar el tiempo, me fui enamorando cada día más de las abejas y de la idea de hacerlo realidad, empezando así mi vida con horas de constante aprendizaje junto a ellas en estos dulces vuelos.

Como os decía, detrás del proyecto estoy yo, pero La Miel de Cris la formamos también mi familia, amigos, clientes, conocidos, colaboradores, en definitiva, todos aquellos que han confiado en este proyecto y me han apoyado en todo este tiempo, formando hoy también parte de La Miel de Cris.

Nos dedicamos a la transhumancia y movemos las cajas de nuestras abejas de un campo a otro, buscando la mejor floración para ellas y, de esta forma, poder elaborar miel durante más meses al año. Por eso, nuestra zona de acción es amplia, desde el Prepirineo hasta la Hoya de Huesca, llegando casi a la provincia de Zaragoza.