Descripción
El polen de abeja ha sido considerado desde la antigüedad como un verdadero tesoro nutricional. Utilizado en diferentes culturas como complemento energético y revitalizante, hoy en día la ciencia respalda muchos de sus beneficios, convirtiéndolo en uno de los superalimentos más completos de la naturaleza.
¿Qué es el polen de abeja y de dónde proviene?
El polen que recolectamos gracias a las abejas no es cualquier polvillo. Se trata de los granos microscópicos producidos por las flores, que contienen la información genética y nutritiva de cada planta.
Las abejas melíferas, al visitar las flores en busca de néctar, recogen este polen en sus patas traseras y lo compactan en pequeñas bolitas que transportan de vuelta a la colmena. Allí lo almacenan como alimento, ya que constituye la principal fuente de proteínas para la colmena.
¿Cómo lo elaboran las abejas?
Cuando la abeja recoge polen, lo mezcla con néctar y enzimas propias, formando así esas bolitas conocidas como «pellets». Este proceso lo hace más digestible y con un mayor valor biológico. Para el ser humano, este polen es una fuente concentrada de vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales, enzimas y antioxidantes.
Propiedades y beneficios del polen de abeja
Consumido de forma regular, el polen puede aportar:
- Energía natural: gracias a su riqueza en carbohidratos y proteínas, es ideal para deportistas o personas con gran desgaste físico.
- Refuerzo del sistema inmunológico: sus antioxidantes y compuestos bioactivos ayudan a fortalecer las defensas.
- Mejora de la digestión: contiene enzimas que favorecen el proceso digestivo.
- Bienestar emocional: algunos estudios sugieren que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y combatir la fatiga.
- Salud cardiovascular: aporta flavonoides que protegen frente al envejecimiento celular y el estrés oxidativo.
¿Cómo tomar el polen de abeja?
El polen suele encontrarse en forma de gránulos deshidratados, tal como lo recolectan las abejas. La recomendación más común es:
- Adultos: entre 1 y 2 cucharaditas al día.
- Niños: media cucharadita al día (a partir de cierta edad y siempre bajo recomendación médica, especialmente en casos de alergia).
Puede tomarse directamente, disuelto en agua o zumo, mezclado con yogur, batidos, frutas o espolvoreado sobre ensaladas.
Es importante empezar con pequeñas cantidades para comprobar la tolerancia, especialmente en personas alérgicas al polen ambiental.
¿Por qué el polen tiene distintos colores?
El color del polen depende de la flor de la que procede. Puede ir desde el amarillo brillante hasta tonos naranjas, marrones, verdes o incluso violetas. Esto se debe a la diversidad de pigmentos naturales y fitonutrientes de cada planta. De hecho, un tarro con polen variado refleja la riqueza de la flora de la zona donde trabajaron las abejas.
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