La fluidez de la miel y su cristalización
Cuando el panal es desoperculado tiende a escurrir la miel cruda, pues le acabamos de quitar la capa de cera que evita que cada celdilla vierta su contenido. En este momento y dependiendo del origen vegetal de la miel suele ser más fluida que posteriormente.
Hay mieles que pueden llegar a Cristalizar incluso dentro de los panales. Recordemos que la miel es uno de los alimentos de las abejas, por eso tampoco conviene dejarles sin nada de miel a la hora de cosecharla. A nosotros nos interesa la fluidez de la miel dependiendo como nos guste consumirla, pero para las abejas, la miel, es su alimento en los fríos meses en los que no hay más sustento que las reservas que hayan podido almacenar.
Una vez que hemos desoperculado el panal, procedemos a la extracción de la miel cruda por fuerza centrifuga, a continuación la almacenamos en unos maduradores y después la envasamos, en este proceso pasa el tiempo necesario para su posterior envasado, las condiciones ambientales suelen ser altas dado que la cosecha de la miel se produce en los meses más calurosos, esto también influye en la densidad de la miel.
Con el pasar del tiempo y el frio la miel cruda suele perder esa fluidez inicial volviéndose más densa y endureciendo, a ese proceso natural se le llama cristalización o marmolización, eso indica que es una miel cruda que no ha sufrido ningún proceso de pasteurización y por ello conserva todas sus propiedades. Por eso es importante envasarla en el momento justo, si no se vuelve una ardua tarea.
La fluidez de la miel depende de muchos factores, el origen vegetal, la maduración, la temperatura ambiental… el proceso de cristalización es un proceso normal en las mieles artesanas, cada miel puede responder de un modo u otro dependiendo de muchos factores.
Existen bastantes adeptos a comer miel que ya está cristalizada, sin embargo otros prefieren una miel mas líquida… para gustos colores… siempre que la miel sea artesana conservará sus bondades.
¿Y qué miel es mejor? Eso lo comentare en la próxima publicación.
Si queremos devolver el bote de miel a su estado más fluido, debemos ponerlo al baño María, pero sobre todo debe ser un proceso muy lento donde el agua no sobrepase los 40 grados y así respetar sus propiedades nutritivas. Durante algún tiempo la miel conservará la fluidez conseguida tras el proceso.